En febrero de este año, cuando comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania, todos vivíamos con incredulidad y el corazón en un puño pendientes de lo que ocurría allí casi al minuto. Dos meses después, los ucranianos dentro y fuera del país siguen viviendo un drama humanitario que, desgraciadamente, no parece que tenga un final cercano. En el centro tenemos niños de procedencia Ucraniana y tanto ellos como sus compañeros quisieron rendir homenaje a todo este país y pedir que se acabe esta guerra. Deberíamos aprender más de estos pequeños y darnos cuenta no de todo lo que les falta, sino de todo lo que les sobra. Gracias chic@s del Lope